Resquicios de un año nuevo sui generis

Luego de no decidirme; de dejar que las cosas caigan por su propio peso y permitirle a la sorpresa, a la suerte o como quieran llamarle, a esa mágica incertidumbre de no saber que hacer con el tiempo; me postré en mi olvidado taburete; descolgué la pluma herida que ya venía pidiéndome casi a gritos un poco de tinta y me dispuse a escribir; sin saber lo que quería; sin tener la mas puta idea de lo que ese cúmulo de acontecimientos, sensaciones y rabia estancada me dapararía y así se hicieron facilmente las tres de la mañana. Mi habitación tenue; un aire denso producto del centanar de cigarrillos que desfilaban, sinuosos por mis labios, lo hacían todo mas surrealista, confuso e inverosímil. Vestido de camisa a cuadros, con un pantalón jean desvencijado; los zapatos recien lustrados, aplastados por un talón que no dejaba de taconear...olvidado, ensimismado en la página, casi siempre en blanco, los labios resecos y una ansiedad que a borbotones se desprendía del tintero.
De pronto... todo fue silencio...no había mas que decir..la mente en blanco...la pluma seca y un alivio gigantesco que desfilaba, eufórico por mi pecho.

me levanté.... tome un último trago de gaseosa...apagué la luz ... me desvestí lentamente... y apenas cerré los ojos quedé profundamente dormido.

A la mañana siguiente, desperté algo sobresaltado... y cuando quise levantarme de mi cama comprobé tu cuerpo , todavía sujetado al borde de mi cama.